Mr. Hamelin. (del libro Caperucita Verde y otros clásicos recargados)

Ratas. Cientos de ratas, todas albinas, blancas; de ojos rojos y largas colas rosadas.
La Ciudad Laboratorio estaba infestada de esas ratas.
-Ciudad infestada- decían los Científicos, a los que les había fallado el experimento.
-Ciudad liberada- decían las ratas.

Dos años atrás, toda la Ciudad Laboratorio se había dedicado a una sola investigación, a un solo experimento, producir una píldora que eliminara la tristeza.
-Es el mal de la época, una gran oportunidad de negocios- decían los de Marketing.
-La depresión y la tristeza debe se tratada como una enfermedad- decían los Doctores.
-Podemos inventar la hormona sintética exacta que quite la depresión como si quitara los hongos de los pies- decían los Científicos - sólo tienen que darnos mucho dinero para comprarnos cientos y cientos de ratas blancas de laboratorio.
-¡Cientos y cientos de ratas!- exclamaban los Dueños de la Ciudad Laboratorio- ¿y para qué quieren que les demos tanto dinero para comprar tantas ratas?
-Señores, las necesitamos para la Fase Uno- los Científicos les explicaban con mucha paciencia, después de todo, los dueños de la ciudad eran los que les pagaban el sueldo
-Es que vamos a empezar a suministrarle a las ratas nuestro medicamento experimental, a esa etapa de la investigación se le llama Fase Uno, sirve para estudiar si el medicamento está aplicado en las dosis correctas, y por si se producen efectos colaterales indeseados.
-Entendemos- decían los Dueños – creyendo que iban entendiendo.
-Es para que vayan muriendo sólo ratas en el experimento, y no personas, cuyos parientes después podrían hacernos juicio- decían los Abogados.
-¡Exacto!- decían los Científicos con tal que les dieran el dinero, comprarse las ratas, y probar su píldora experimental.
-¡La Ciencia avanza a pasos agigantados!- decía la Radio- ¡ahora existe la píldora contra la tristeza!-
-Contra la depresión- corregían los doctores de saco y corbata que salen hablando por la televisió.; y volvían a explicar todo eso de la Fase Uno y los posibles efectos colaterales.

Pero algo falló; mejor dicho, todo falló.

A.S

(Primera página del cuento Mr Hamelin; del libro "Caperucita Verde y otros Clásicos Recargados", de Ed. Norma Kapelusz para su sello Siete Vacas, autor Andrés Sobico)