Grosos. Saki

Conradin tenía diez años, y la opinión profesional del médico es que no viviría otros cinco. El médico era zalamero e inepto, y no valía gran cosa, pero su opinión era respaldada por la señora De Ropp, que valía para casi todo. La señora De Ropp era prima y tutora de Conradin, y representaba para él, esas tres quintas partes del mundo que son necesarias, desagradables, y reales; las otras dos quintas partes, en perpetuo antagonismo con las anteriores, se resumían en él y su imaginación.

1 comentario:

Eleonora dijo...

Amado, amadísimo Saki.