Collodi. Pinocho pescado.

Apenas el pescador sacó a Pinocho de su red, abrió sus ojazos y exclamó atemorizado:
-¿Qúe clase de pez es este? no recuerdo haber comido nunca un pez así.
Lo miró por todos lados y concluyó:
-Ya sé, debe ser alguna clase de cangrejo de mar.
Entonces Pinocho, mortificado al ser confundido con un simple cangrejo, contestó con profundo resentimiento:
-¡Qué cangrejo ni cangrejo!¡Mire cómo me trata! ¡Yo, para que lo sepa, soy un muñeco!
-¿Un muñeco? ¿un pez-muñeco?, mejor, nunca comí un pez-muñeco, te comeré con mayor gana.
-¿Comerme? Pero, ¿no se da cuenta que yo hablo y razono como usted?
-Sí, es verdad- dijo el pescador- y por eso, como veo que eres un pez que tienes la suerte de hablar y razonar como yo, quiero tener contigo las debidas consideraciones
-¿Cuáles son esas consideraciones?...
- En señal de amistad y de particular estima, dejaré a tu consideración la forma en que quieres ser cocinado. ¿Deseas ser frito en la sartén, o prefieres ser cocido en la olla con salsa de tomate?

(de Pinocho, Cap 28, 1883)

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