Ratoncito

Ese ratoncito creía haberse portado muy mal:
el gato se lo quería comer crudo.

A.S

Elefantito

Como todos los niños, ese elefantito, de grande
quería ser bombero.

A.S

Ambrose Bierce

Unas Palomas que eran acosadas por un Gatito le pidieron ayuda a un Halcón para que las defendiera. Éste accedió, y estando en el corral esperó que llegara el Gato, se abalanzó sobre él y se lo comió. Cuando estuvo saciado hasta el punto de no poder moverse, las Palomas, todo agradecimiento, le sacaron los ojos.

(de Fábulas Fantásticas, 1889)

Chicos

Chicos
Pibes
Changos
Botijas
Guríes
Niños
Chavales
Chavos
Purretes (aporta Águeda)
Nenes (aporta Eleonora)
Gurises (aporta anónimo)
Mocosos (aporta Ariel)
Infantes (aporta Ariel)
(¿alguien conoce otro sinónimo en nuestros idiomas?)

COMPLICACIONCITAS (Especial próceres)

Le digo a la seño que ya sé que Belgrano y Moreno eran de los buenos, pero que no entiendo si Cornelio Saavedra también era de los buenos...
La seño primero suspira, y después nos explica como quince minutos...
(me parece que al final no me contestó)
***

Sarmiento como que me mira desde su retrato arriba del pizarrón. Para mí que tiene esa cara porque nunca-nunca faltó a la escuela.
***

San Martín, cuando era chico; ¿Cómo quién querría ser?
***

(del libro "Complicacioncitas escolares". aún inédito)
.

LA VACA . Inconferencia

La vaca es un animal apocalíptico.
Pero por ninguna razón bíblica:
Como especie, la vaca es un animal naturalmente vengativo; su conciencia atávica del justo y jugoso vaquicidio al que son sometidas por los humanos, ha desarrollado la maquiavélica idea de exterminarnos lentamente, mediante los rayos ultravioletas del sol.

Todos sabemos del agrandamiento del agujero de ozono; y del gas metano como uno de los más efectivos para la destrucción del ozono atmosférico.

Pues bien ¿qué creen que están haciendo millones de rumiantes vacas, de astuta apariencia impávida, y hasta estúpida?:
Entregando material a sus siniestras aliadas, las bacterias de su sistema digestivo, para que estas procesen la verde pasta celulósica, y entonces produzcan cientos de millones de metros cúbicos de gas metano, que disimulada y arteramente envían a la atmósfera mediante (¡porqué no decirlo!) repugnantes eructos y otros estertores por el lado opuesto de su macilento cuerpo.

¡Matemos a todas las vacas antes de que sea tarde!
(se calcula que para el asado correspondiente sólo se usaría un (1) bosque autóctono)




A.S

Lewis Carroll

-Mi nombre es Alicia, pero...
-¡Vaya nombre más estúpido!- interrumpió Humpty Dumpty con impaciencia- ¿Qué es lo que quiere dcir?
-¿Es que acaso un nombre tiene que significar necesariamente algo?- preguntó Alicia , nada convencida.
-¡Pues claro que sí!- replicó Humpty Dumpty dando una risotada:- El mío significa la forma que tengo...y una forma bien hermosa que es. Pero tú, con ese nombre que tienes...¡Podrías tener prácticamente cualquier forma!

(de "Alicia a través del espejo", Cap. 6)

Orangután

Sabia y compasivamente,
el orangután
jamás nos lo dirá.

A.S

La foto

La foto era tierna.
Había en ella un adecuado aire familiar, aunque los dos protagonistas pertenecieran a especies diferentes.
Miraban al fotógrafo, cualquiera que observase la foto cruzaba su mirada con las de ese humano y esa oveja.
Los dos sonreían.
Él es Ian Wilmut, y ella Dolly; científico y clon, respectivamente.
La oveja verdadera de la que Dolly fue clonada no está en la foto, ni se sabe su nombre.
O sea, no existe.

Leyendo el epígrafe de la simpática foto nos enteramos que Dolly tampoco existe; ya que se informa que eso que acompaña en la foto al científico, esta hecho con el cuero lanudo de Dolly, el arte de la taxidermia creó un prolijo sucedáneo, decorado con un par de bucólicos ojos de vidrio.

Porque Dolly murió muy joven: envejeció prematuramente debido a fallas de fabricación.


Andrés Sobico

Complicacioncita

Encuentro a uno de los bebés de segundo grado llorando en el baño, me cuenta que justo que apretó el botón del inodoro de le cayó dentro la figurita del diez de Boca que es una de las más difíciles, le digo que ya sé que es una de las dífíciles y él se sienta en el suelo a llorar...maldigo mi suerte que se parezca tanto a mí a su edad, y que justo en mi bolsillo tenga lo que tanto esfuerzo me costó conseguir : la figurita del diez de Boca...

Andrés Sobico


(del libro de microcuentos escolares "Complicacioncitas", aún inédito)

Caperucita Verde

Caperucita verde era una niña conciente y responsable del medio ambiente y del futuro de la humanidad; por eso resopló cuando tuvo que dejar la lectura del último pasquín de grinpis para acudir al llamado de su madre:
-¡Hija! ven aquí a la cocina, debes llevarle esto a mamá.
-¡Cómo “mamá”...! será tú mamá, porque mi mamá no es, es mi...
-¡...Tú abuelita!¡Sí, es tu abuelita! como siempre, tenés razón (bufando) ¡Es mi mamá y tú abuelita!
-¿Tengo que ir ahora? estoy leyendo una nota muy interesante sobre el desempetrolamiento industrial de pingüinos...
-¡Sí! tenés que ir ahora mismo porque si no se enfría la tortilla de papas que le hice.
-¡No habrás hecho tu tortilla especial de papa supercondimentada! ¿No? Sabés que el colesterol de abuelita está por las nubes; y seguro que la hiciste con unas papas cualquiera, ya te había dicho que esas papas son la demostración de que la globalización a la que estamos sometidos sólo produce monocultivos: nuestros pueblos originarios cosechaban cientos de especies de papa, ¿Por qué no compraste esas papitas azules y hermosas que vimos el otro día en el mercado?

(La madre mira el techo de la cocina y cuenta mentalmente hasta cinco)
-...Porque pesan la mitad y cuestan el triple...

Caperucita verde se dio cuenta que el horno no estaba para bollos (ni para tortillas), así que se puso su caperuza especial, que la protegía de la lluvia ácida, y se dispuso a salir con su pequeña bolsa térmica en la mano.

-¡No vayas por el camino del bosque, que es peligroso!...
-¡Mamá! “camino del bosque” sería en tu época, antes de que instalaran las papeleras, ahora del bosque sólo quedan un ombú y tres sauces llorones...

Andrés Sobico

(Página uno del cuento Caperucita verde , del libro "Caperucita Verde y otros Clásicos Recargados", editorial Norma-Kapelusz, para su sello Siete Vacas.)

Mosca I

Dicho de mosca:

"La que quiera bosta tibia
que se aguante los colazos"

A.S

Dinosaurios

Una pareja de dinosaurios soñaba
un romántico futuro
viendo caer meteoritos.

A.S

La Vaca I

Como todo animal bucólico-rumiante la vaca posee cuatro estómagos;uno de ellos se llama libro.
Se cree que de allí vendría la afición de la vaca por aparecer tantas veces en manuales y tareas escolares.
Otros, en cambio, relacionan el nombre de “libro” para ese estómago con el acto de rumiar, casi un análogo de la palabra “reflexionar”.
Pero, ¿se puede ejercer la acción de reflexionar como lo hacen las vacas, sin materia de reflexión, sin “reflexionante”?
Esta es una pegunta que filósofos, políticos y galanes se han hecho desde siempre.
¿Qué sucede primero? ¿La cara de pensar o el pensamiento? ¿Una excelente cara de pensar, nos exime del acto mismo de procesar alguna idea?
Aunque quizá la principal pregunta sería:
¿Se puede pensar en nada sin terminar en bife a la plancha?

Andrés Sobico

Complicacioncita

La cooperadora organiza, en las vacaciones de invierno, un viaje y estamos en MundoMar. Es espectacular ver saltar al delfín y cabecear una pelota que está como a tres metros arriba del agua. A una de las nenas le dejan ponerle un gorrito de paja al delfín, que después baila reaggetón; a mí me dejan tocarlo y, para que todos se rían, me escupe agua.
Al rato voy solo a verlo desde abajo a través de un vidrio azul. Me quedo ahí mirándolo un rato largo, hasta que él me mira a los ojos, se pone cerquita, y me parece que me dice algo… no sé si “perdoname” o “sacame”…

Andrés Sobico
(del libro "Complicacioncitas" microcuentos de un chico en situación de escuela, aún inédito)

Cuis

Proclamaba su Máxima Ley, el honorable maestro cuis:
-Ante lo nuevo... ¡Huís!

A.S

Collodi. Pinocho en la escuela.

Al día siguiente , Pinocho fue a la escuela del pueblo; fue la carcajada de todos sus compañeros. Uno le hacía una broma, un segundo otra distinta, otro le quitaba su gorra; un cuarto le tiraba de la chaqueta por detrás, un quinto intentaba pintarle unos bigotes bajo su nariz, y hasta hubo uno que trató de atarle hilos en los pies y las manos para hacerlo bailar.
-¡Ojo muchachos!- espetó Pinocho a sus compañeros- no he venido aquí para ser vuestro bufón. Yo respeto a los demás y quiero ser respetado.
-¡Bravo amigo! Has hablado como un libro impreso- le gritaron aquellos bribones, desternillándose de la risa; y uno ellos intentó manotear la punta de la nariz de Pinocho.
Pero no tuvo tiempo suficiente, porque Pinocho alargó su pierna por debajo de la mesa y le propinó un puntapié en las canillas.
-¡Ay! ¡Que pies más duros!- chilló el muchacho, frotándose el moretón que le había dejado Pinocho.
-¡Y qué codos! ¡Aún más duros que los pies!- dijo otro que, por sus bromas pesadas, había recibido un codazo en el estómago.
El hecho es que tras aquella certera patada y aquel codazo, Pinocho se conquistó enseguida la estimación y simpatía de todos los niños de la escuela; todos lo trataban amablemente y todos lo querían de verdad.

Comienzo del capítulo XXVI, Pinocho, Carlo Collodi, (1826-1890)

Gato

Gato con botas
patea ratones.

A.S