Pérez, el ratón.
El ratón Pérez acostumbra a ir armado: su trabajo es nocturno y peligroso, mucho gato suelto y hambriento por las calles. Además, cada vez más jardines están custodiados por perros entrenados para matar intrusos; y encima a veces, si logra sortear todos esos peligros, al ingresar en las casa para cumplir su misión, algunos padres lo confunden con un ladrón: disparan primero y preguntan después.
Andrés Sobico
(primer párrafo del cuento “Pérez, el ratón”, de la serie “Cuentículos Incorrectus”, registrados e inéditos)
Vaso con Agua
Se notó que dudaba entre quedarse al amparo líquido y cristalino, o irse a buscar un caldero mágico.
Andrés Sobico
Saki
-Es el cuento más estúpido que he escuchado en mi vida- dijo la niñita mayor, con absoluta convicción, luego de escuchar a su tía.
-No le puse atención desde el principio, de lo estúpido que era-dijo su hermano Cyril mientras golpeaba los asientos del camarote de ese tren, haciendo volar el polvo.
La niña más pequeña no hizo ningún comentario, pero hacía rato que había iniciado un repetición susurrada del único verso que se sabía de una canción infantil.
-No parece tener mucho éxito contando cuentos a sus sobrinos- dijo un solterón desde su rincón de la cabina.
La tía se erizó de inmediato, a la defensiva contra ese ataque inesperado.
-Es muy difícil inventar historias que los niños puedan entender y apreciar al mismo tiempo- dijo, con tiesura.
-No estoy de acuerdo- replicó el solterón.
-Quizás usted pueda contarles uno- le contestó la tía.
-Cuéntenos un cuento- exigió la mayor de las niñas.
-Érase una vez, un niñita llamada Bertha, extraor- dinariamente buena.
El interés de los niños se vino al suelo.
-Hacía todo lo que le ordenaban, siempre decía la verdad, mantenía limpia la ropa que llevaba, comía insulsos postres de leche como si fueran tartas de mermelada, se aprendía las lecciones a la perfección y tenía buenos modales.
-¿Era bonita?- preguntó la niña mayor.
-No tanto como ustedes, pero era horriblemente buena.
Hubo una reacción general a favor del cuento.
(…)
Fragmento del cuento “El cuentista”; de Saki (1870-1916)
Complicacioncita
En el siguiente recreo estoy disfrutando de un alfajor, cuatro chicles y un par de figus difíciles que cambié por las bolitas de Colón, cuando veo que se aproxima el dueño de las bolitas; creo que con ganas de colonizarme...
Andrés Sobico
(Del libro "Complicacioncitas", aún inédito)
Desmesura
Nos llamó la atención una estrella por su color rojizo y su tamaño.
-Esa debe ser un planeta- dijo mi hermano.
-Para mí que no es un planeta- le dije- Pero no cuesta nada comprobarlo- agregué mientras que con mi mano derecha la agarraba.
Lo miramos bien, y efectivamente, era un planeta nomás.
-¡Viste que era un planeta!- me dijo mi hermano con tono triunfal.
Yo lo seguí examinando mientras le daba vueltas entre mi dedo índice y mi pulgar como si fuera un moco. Sin decir nada se lo dí, y él, que es muy prolijo,volvió a ponerlo en su lugar.
Andrés Sobico
(Primer párrafo del libro-album "Desmesura" ilustrado por Ariel Cortese, inédito)
Yo y mi Yeti
Cuando abrió los ojos, mi mamá dijo:
-Son como espejos de azabache, como escarabajos de cristal negro...
Yo no se lo que es “azabache”, pero a mí me parecen más bien como dos cucarachas recién salidas de una sartén.
A mi Yeti le gustan, como a mi mamá, los gatos; pero a él para comérselos.
Nosotros no tenemos gato, porque a mi papá lo hacen estornudar, así que mi Yeti sólo puede comerse los que andan por nuestra terraza cazando gorriones.
Andrés Sobico
(primer párrafo de "Yo y mi Yeti, publicado en www.imaginaria.com.ar, y maqueta de libro -album ilustrado por Sandra Grinberg)
La Reprodución
Porque la primera reproducción fue a través de una costilla.
Después les dijeron: “Creced y multiplicaos con el sudor de sus frentes”; porque en el Paraíso siempre hacía calorcito.
Pero parece que no les había dado las instrucciones sobre cómo había que hacer para multiplicarse; y a Eva la convencieron de que era haciéndose la pícara, o sea comiendo del fruto prohibido. Enseguida se peinó bonito y le llevó la manzana a Adán,y le mostró, mientras abanicaba sus pestañas, que ella ya le había dado una mordidita; así que Adán se terminó tentando y le pegó una mordida (a la manzana).
Y así fue que los echaron, porque justo esa era la cláusula de rompimiento del contrato de “Uso del Paraíso”.
A partir de ahí, la reproducción fue otra cosa:
Por un lado, están las flores esperando, y por el otro las abejas zumbando; si zumban lo suficiente después la flor se convierte en semillita, se la pone a germinar y de ahí nace un bebé.
Algunos estudiosos creen que la leyenda del nacimiento a través de “repollos” está fundada en un conocimiento atávico de la humanidad, casi genético; acerca de que antes, muy antiguamente, se nacía de unos re-pollos, de un tamaño parecido al de los actuales humanos, pero con más plumas; esto querría decir que los primeros hombres (y parece que mujeres también) habríanse reproducido a través de huevos.
Aunque en la actualidad, científicamente hablando, está comprobado que la reproducción humana se produce a través del sistema ya explicado de las flores y las abejas.
Porque ya nadie cree en esos mitos de origen sobre la supuesta existencia de de unos seres llamados “cigüeñas”.
Andrés Sobico
(cuento de la serie “¡Qué sabe la ciencia!”, inédito)
Michael Ende
-No, ese Libro es toda Fantasía, y tú, y yo.
-¿Y dónde está el Libro?
-En el Libro- fue la respuesta que él escribió.
(de la “Historia Sin Fin”), 1979.
Bola de Nieve
Pero no lo vi volar; me asomé, mire para arriba y no estaba en el cielo.
Después me di cuenta que ya había aterrizado en el patio de la viejita de planta baja.
Yo le había estado leyendo un libro que se llama “Alagatos”, que es de unos gatos que vuelan y es el primero que leo yo solo.
Además, en la tele habíamos visto, con Bola de Nieve, que en Canadá existen unas ardillas que son voladoras.
Me pareció que mientras las veía volar, a Bola se le ponían los ojos más celestes todavía.
Cuando lo vi ahí, aterrizado en el patiecito, estaba requieto; pero como que le quería decir algo a la gatita siamesa de la señora de planta baja; que apareció gritando “¡Y ahora qué me tiraron! ¡Y ahora qué me tiraron!”.
Andrés Sobico
(primer párrafo del cuento "Bola de Nieve" publicado en "La Biblio de los Chicos", en www.imaginaria.com.ar
Trompita. El Líder.
Positivo para ellos, porque a Trompita se le ocurre cada día una nueva e ingeniosa travesura para hacer juntos.
Se hacen llamar “Los Tres Trompeteros”, aunque contando a Trompita, son cuatro.
En verano, comienzan la tarde corriendo por la laguna con el agua a las rodillas, salpican y asustan a los miles de flamencos rosados que se aburren rosadamente en el lugar.
(primer párrafo del cuento Trompita . El Líder. de la serie "Cuentículos Incorrectus"
Miguel de Cervantes
Desocupado Lector: Sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse.. Acontece que un padre tenga un hijo feo y sin gracia alguna, y el amor que tiene le ponga una venda en los ojos para que no vea sus faltas; antes las juzga por discreciones y lindezas y las cuenta a sus amigos por agudezas y donaires.
Mark Twain
Las Aventuras de Huckelberry Finn
Prólogo
“Aviso: los que busquen una motivación en esta historia serán enjuiciados; los que busquen una moraleja serán desterrados, y los que busquen un argumento serán ajusticiados”
Firmado: G.G, capitán de Artillería
Capítulo 1
No creo que me conozcan si no leyeron un libro que se llama “Las Aventuras de Tom Sawyer”, pero no importa. Lo escribió un tal señor Mark Twain, y lo que dice es más o menos la verdad. Algunas cosas las agrandó un poco. Pero en general se puede decir que cuenta más o menos la verdad. Que agrande un poco las cosas no tiene ninguna importancia: yo, Huckelberry Finn, jamás conocí una persona que no dijera una mentirita de vez en cuando, salvo la tía Polly o la Viuda, o Mary; que siempre me leen en la Biblia todo eso de David y Goliat, y todos los otros apóstoles…
Lewis Carroll
(de “Alicia a través del Espejo”, Lewis Caroll, año 1871)
Patita Fea
-Hija mía, es que tus compañeritos no saben mentir- su madre sabía que a los chicos hay que decirles siempre la verdad, y especialmente a Patita, que vivía en una casa donde todas sus hermanas eran tan lindas. Muchas veces la madre de Patita se descubría a sí misma pensando "Que hermosa familia tengo, qué gallardo y pulcro marido, y yo, que esbelta y elegante figura poseo; al igual que todas mis hijas menos una..."; pero ese elevado y repetido pensamiento esta vez fue interrumpido por Patita:
-Mamá- dijo angustiada Patita-: ¿Puedo llorar?
-No lo hagas hija, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio- le dijo aplicando toda su maternal sabiduría.
Andrés Sobico
(página uno del cuento "Patita Fea" del libro "Caperucita Roja y otros clásicos recargados", sello Siete vacas, Ed, Norma -Kapelusz)
James Barrie
De “Peter Pan en los Jardines de Kensington”, año 1906.
Mister Hamelin
Ratas. Cientos de ratas, todas albinas, blancas; de ojos rojos y largas colas rosadas.
“Ciudad infestada” decían los científicos, a los que les había fallado el experimento.
“Ciudad liberada” decían las ratas.
Dos años atrás, toda
Andrés Sobico
(Página uno del cuento Mr. Hamelin del libro “Caperucita Verde y otros Clásicos Recargados”, sello Siete Vacas, ed Norma kapelusz)